Mike Parsinen, tras vender Kingsbarns, dirigió sus ojos al Norte, buscando crear un campo que se convirtiera en el Turnberry de la Costa Oeste, o el Pebble Beach de California. Y con la ayuda del diseñador Gil Hanse, a fe que lo consiguió.
Su fama se extendió rápidamente, y enseguida se convirtió en la sede del Scottish Open de manera regular.
DESCRIPCIÓN
La visión de ambos de meter el Estuario de Moray en juego fue lograda, al menos visualmente: prácticamente en todos los tiros a green se ve el mar detrás, dando la impresión de que está inmediatamente detrás. Con calles muy amplias y greenes endiablados, es un campo apto para todos los niveles, y que ha recibido, en sus pocos años de existencia, muy buenas críticas.
- Profesionales – Par 72. 5898 m
- Caballeros – Par 72. 5538 m
- Señoras – Par 72. 4634 m