Situada en el corazón de una antigua y gigantesca propiedad, se alza esta mansión baronial del s. XV, que ha sido completamente reformada, llevándola al mayor de los lujos y confort, combinando el sabor de lo antiguo con toques muy modernos.
No ha perdido ninguna de sus señas de identidad, como sus grandes chimeneas, escaleras escondidas y una bodega de whisky. Las habitaciones son muy grandes, decoradas con opulencia, con baños de mármol italiano. Todo un lujo.